El nacionalismo en la educación y sus víctimas

Ayer viernes 21 de Julio se celebró un coloquio online sobre las consecuencias de primar la ideología sobre las necesidades de los niños, familias y profesionales: la construcción de modelos educativos en los que prima la promoción de una lengua sobre el aprendizaje y el bien del menor ha dejado ya resultados visibles, medibles, y desastrosos para cientos de miles de niños (especialmente para los más vulnerables). La promesa de que estos modelos de inmersión son el único modo de asegurar un buen conocimiento de la lengua promovida y no perjudican el aprendizaje del resto de competencias ha quedado también reflejada como falsa: gran parte de los alumnos no terminan dominando la lengua, y difícilmente pueden dominar los conceptos que se intenta transmitir con ella.

El experimento sociológico nacionalista a costa de los niños tiene muchas facetas (una no menor es la colonización de la profesión educativa por afines ideológicos mediante convocatorias que desplazan a otros colectivos) pero unos perjudicados claros: los niños cuyo aprendizaje y cuyas oportunidades se reducen. Especialmente aquellos que provienen de niveles socioculturales menos favorecidos y no cuentan con el apoyo familiar para compensar los problemas causados por la inmersión, y (de un modo dramático) aquellos con necesidades especiales.

La propia UNESCO ya ha dejado claro que el aprendizaje en lengua materna es el más recomendable, especialmente en las primeras etapas; esta obviedad ha sido de hecho el ariete nacionalista para exigir una educación en lenguas cooficiales, pero hoy parece olvidada. Incluso en Navarra, donde menos del 15% de la población sabe algo de vasco (y menos del 7% lo habla), ya se está escolarizando en inmersión al 24% de los niños, y la situación política hace pensar que este abuso se va a extender a corto plazo aunque haya que seguir importando profesores.

Ana Losada (presidenta de la Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña), Ricardo Arana (comentarista y ex jefe de comunicación de la consejería de educación del Gobierno Vasco) y Juan Carlos Laboreo (ex presidente del sindicato AFAPNA y ex profesor y director de instituto en modelo D) comparten su experiencia y reflexiones con Miguel Cornejo (presidente de Pompaelo) en una conversación que debería ayudar a replantear un problema que no es ideológico ni identitario, sino simplemente de aprendizaje. No se puede poner la ideología por encima de los derechos de los niños.

Este coloquio es el tercero en la serie sobre el nacionalismo vasco y sus efectos en Navarra. Puedes encontrarlos todos (y más cosas) en nuestro canal de YouTube.

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