Este manifiesto común fue suscrito por siete entidades de la sociedad civil de Navarra (los abajo firmantes) y publicado en distintos medios el 9 de Octubre de 2020.
Tenemos por delante varias fechas de especial significación social y política. Social, porque subrayan nuestras raíces y, por tanto, lo que somos como sociedad; y política, porque se refieren al ordenamiento institucional que tenemos. Nos referimos al día 12 de octubre y a los días 3 y 6 de diciembre.
El 12 de octubre, en primer lugar. Es la fiesta nacional de España porque, como se dice en la exposición de motivos de la ley que así lo establece, simboliza la efeméride histórica en la que España inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos. Y, en ese proyecto de índole global, Navarra y los navarros juegan un papel fundamental, como testimonia el hecho de que las armas del Reino de Navarra ocupen uno de los cuarteles del Escudo de España.
El día 3 de diciembre es el Día de Navarra. Desde la primera mitad del siglo XVII se celebra como fiesta patronal (San Francisco Javier) y, desde 1985, se celebra también civilmente como tal día de Navarra.
Por último, el día 6 de diciembre. Día de la Constitución en España, conmemorando uno de los acontecimientos más influyentes e importantes de nuestra historia reciente: el día en que se celebró el referéndum sobre el Proyecto de Constitución, en 1978. Constitución que todos celebramos, ya que, aprobada por una abrumadora mayoría de los ciudadanos, sentó las bases necesarias para un periodo de estabilidad y concordia como no se había visto desde hacía mucho tiempo en nuestro pueblo, que ha posibilitado en gran medida el desarrollo económico y social que hemos ido alcanzando desde su proclamación.
Vivimos un momento histórico peculiar. Las tensiones han crecido en el seno de nuestra sociedad democrática, hasta el punto de que, incluso algunos políticos que deberían defender el orden constitucional y las instituciones de nuestro Estado de Derecho, parecen más interesados en medrar políticamente y mantener sus cuotas de poder, favoreciendo a corrientes que, aun siendo minoritarias, son necesarias para configurar mayorías, que quieren destruir nuestro país y burlarse de nuestras tradiciones.
Pensamos que los debates de ideas y modelos son convenientes e incluso necesarios. Pero nunca desde un paradigma de destrucción y burla, sino desde las ganas de fomentar el progreso, la concordia y la unidad entre todos los que hemos de seguir desarrollándonos como sociedad, desde muchos puntos de vista. Juntos llegaremos más lejos y con más rapidez.
Algunas de esas corrientes minoritarias a las que nos referíamos, además, quieren usurpar la representatividad de nuestra Comunidad Foral, que pertenece únicamente al conjunto de la ciudadanía de Navarra —y de ningún otro sitio— a través de sus representantes legítimamente elegidos, y atacar nuestras instituciones con el claro objetivo de hacernos perder nuestro carácter de comunidad propia y diferenciada. Pretenden poner nuestros signos de identidad bajo la bota de otras banderas, o bien prostituirlos y vaciarlos de su sentido propio, heredero de su historia, para pasar a dotarlos de otros significados espurios, al servicio de planes imperialistas, anexionistas, venidos de fuera.
Otra circunstancia que hace que vivamos tiempos peculiares es la situación de pandemia que sufrimos, que está afectando al ánimo de muchos, y a la situación económica del país. Sentimos que esta situación requiere de una manifestación de esperanza en que los esfuerzos comunes darán sus frutos y que, más pronto que tarde, podremos volver a vernos los rostros, abrazarnos y festejar juntos, y recuperar el camino del crecimiento económico.
Los abajo firmantes, y los colectivos a los que representamos, pensamos que la actitud de quienes quieren romper la sociedad pide una acción social específica, clara y pacífica. Y, por el carácter de las fechas arriba mencionadas, festiva. Y que sirva también como testimonio de esperanza de futuro, y de respeto a tantos muertos como ha provocado la COVID-19,
Una acción que ponga de relieve el respeto y cariño a nuestras instituciones propias, en plena solidaridad y unión con los demás pueblos que forman parte de España.
Por eso, hacemos esta propuesta y este llamamiento a la ciudadanía: los próximos días 12 de octubre, 3 de diciembre y 6 de diciembre, vistamos los balcones de nuestras casas, y por tanto de nuestras calles, con las banderas de Navarra y de España, de manera que las ciudades y los pueblos de Navarra queden cubiertos con los colores de nuestra identidad como país y como antiguo reino, hoy Comunidad Foral de Navarra.