La presidenta de la comisión que agrupa a dieciséis peñas de Pamplona (existen peñas fuera de ella) ha formado revuelo al declararse partidaria de unos Sanfermines sin toros en una reciente entrevista para Diario de Navarra; aunque matizaba hablar a título personal. En cambio, añadía que «después de la pandemia ha habido un boom con los toros» y que «hay demanda». El alcalde del Bildu que el PSOE sostiene en Pamplona pregonó, supongo que ante la incoherencia de presidir corridas, que él era “taurino siete días al año” [sic]. Quizá olvida que estas fiestas duran nueve y la feria diez. Claro que también acudía a la procesión que la Iglesia organiza en honor de San Fermín “al no considerarla acto religioso” [sic], y ahora ha nombrado mano derecha a un condenado por atacarla.
Conviene recordar que las entradas a los diferentes festejos taurinos en la monumental pamplonesa rondan las 360.000; que las entidades de la citada comisión de peñas agrupan alrededor de 2.000 socios; que no es uniforme la opinión de los mismos; y que muchos, yo conozco unos cuantos, se afiliaron a ellas por el económico “abono especial” que consiguen para sus tendidos.
De igual manera, conviene recordar que los ingresos de dichos festejos se dedican a atender a los asilados en la Casa de Misericordia, fundación municipal gestora del coso. Y los mismos generan un retorno a toda la comunidad, no solo a su capital, enorme. Varios centenares de visitantes suman cuadrillas, espadas, mayorales, apoderados o medios de comunicación; aumentémoslos con las numerosas personas que de todo el mundo acuden a presenciarlos; sumemos las gentes que acuden por la fama mundial del encierro de las reses que se van a lidiar a la tarde. Estamos hablando de empleo y beneficio que, vía hoteles, restaurantes, bares o comercio, repercute en toda la sociedad.
Y remarcar que la Navarra es una de las castas originarias; que el toreo, desde su nacimiento, tiene aquí diestros a pie y a caballo. O que numerosos hierros pastan entre nuestras mugas.
Sobre otros aspectos exponía yo, en una conferencia y algún artículo, los beneficios ecológicos de la cría de bravo. Además, me parece hipocresía hincharse la boca con la “España vaciada” en tanto se pretende machacar la ganadería.
Dado que la última encuesta en la Comunidad Foral da un 60% favorable a los toros, las manifestaciones transcritas al comienzo no inquietan demasiado. Sí que esté contra ellos la alianza de nacionalistas y socialistas como Puigdemont, Asiron y Pedro Sánchez. Este, por aquello del “tensionar” que se le pilló a ZP, ha puesto al frente de Cultura a alguien tan ajeno a ella como Urtasun, quien proclama su intención de censurar museos así como de atacar el Arte de Cúchares.
Los talibanes acostumbran a destruir lo que no comprenden. Esto debe causar mucho más revuelo.