Sanfermines 2023: Encierro y corrida del 7 de Julio

Aceros pierden las orejas en la tercera de San Fermín

FICHA:

Lleno

Rafaellillo, sangre de toro y oro, palmas y palmas.

Manuel Escribano, verde botella y oro, silencio y palmas tras aviso.

Leo Valadez, gris perla y oro, palmas y ovación tras aviso.

En el callejón, Padilla con El Fundi y el hijo de Espartaco.

El primer encierro ha propiciado buenas carreras y no ha corneado a nadie. Sin embargo, ha tenido un lamentable protagonista: el tal Julen Yantzi. Este personaje, procedente de Euskal Televista, fue ya muy criticado el año pasado por su falta de conocimientos, sus bromas a destiempo, sus burdas maneras y su tufillo antitaurino. Pese a las múltiples protestas, incluso con cartas a RTVE por parte de la Unión de Criadores y otros, repite. Y repite con su comportamiento de patán. Por ejemplo, a Javier Núñez de lo ha recibido con una “gracia” sobre su peso; cualquier día nos canta La Ramona es…. Se ve que a la tele gubernamental, aunque la pagamos y muy cara con nuestros impuestos, le importamos una higa. Para qué escuchar. ¿Es Yantzi cuota al nacionalismo del cual procede? De momento hoy la sintonía del encierro ha sido en vascuence batúa. ¡Cómo se añora la narración de un Solano! Navarro, con sabiduría y educado. En fin, olvidemos al sustituto cazurro; al menos hasta mañana a las ocho.

La materia prima.

Los de La Palmosilla no han estado a la altura de sus “Pamplonas” anteriores. Todo la corrida muy bien presentada y seria, con alguno auténticos tíos. Sin embargo, el comportamiento ha sido otra cosa, con dos mitades muy diferenciadas. Muy complicados los tres primeros; más nobles, sin alharacas, los segundos.

Rafaelillo recibe a su primero con larga cambiada de rodillas y un par de verónicas. Tras ser cuidado en el caballo, Escribano le hace un quite por chicuelinas. Rafael brinda al público y le arranca algunos pases a un toro que va con la cara alta y que se defiende. Mata de estocada desprendida y recibe una ovación.

Escribano recibe a portagayola, suerte en la que es un especialista. El toro, astifino, en el primer tercio se muestra abanto y corretón, saliendo suelto de la primera vara y peleando más en la segunda. Valadez le da un quite por navarras rematado por serpentina. Manuel lo banderillea de poder a poder en los medios y quiebro con violín en el tercio. Escribano brinda a su madre. El toro, con parecidas dificultades que su antecesor, es lidiado por un Escribano muy decidido con naturales, derechazos, cambiado por la espalda y de pecho. Está muy por encima del toro, sin embargo la lía con los aceros. Silencio.

Valadez a su primero, que sale suelto de los capotes, le enjareta unos delantales. Mansea en el caballo. Precioso quite por zapopinas y la media. Leo se impone a la muy complicada condición del toro, con derechazos, trincherillas y termina con ligada serie al natural y manoletina de rodillas, estando muy por encima. Estocada baja eficaz.

Rafaelillo se enfrenta a un torazo largo y alto, algo bizco del pitón izquierdo. Tras verónicas y la media y cuidarlo en el caballo, brinda al público. El toro, no sobrado de fuerzas, mete la cara con mucha mejor condición que los precedentes. Tras algunas buenas series de derechazos, molinetes de rodillas y naturales de uno en uno, el pinchazo previo a la buena estocada lo deja sin premio.

Al quinto también lo recibe Escribano con una limpia portagayola. Deja al toro, que mansea crudo, con solo dos picotazos. Banderillea bien los dos primeros pares, pero tiene que hacer un cuarto, brillante, tras un tercero frustrado por la velocidad del toro si picar. Brinda al público y le realiza una seria faena de muleta a un toro que humilla y mete bien la cara, pero que pronto se va a menos. Remata con benardinas. Pinchazo, estocada trasera y cinco descabellos. Palmas cariñosas.

Al cierraplaza, que mete bien la cara en el capote, Valadez lo cuida en el caballo y le enjareta un precioso quite por escobinas. Leo comienza de rodillas una faena en que todo lo realiza muy templado en una muy buena faena por ambos pitones, que remata de nuevo de hinojos muy ceñido. Estocada por derecho, aunque la espada cae tendida, y los tres descabellos le privan da apéndice.

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