La conquista de Navarra por las tropas de Fernando el Católico, respaldado como candidato al trono navarro por uno de los bandos en la guerra civil navarra (era hermano del príncipe de Viana al fin y al cabo) es un episodio controvertido. Los historiadores franceses la han criticado desde el siglo XV, y desde el siglo XIX, los polemistas del nacionalismo vasco han pretendido presentarla como una invasión extranjera y no un cambio de dinastía; han acusado a Fernando el Católico de falsificar la bula pontificia que le daba la autoridad legal y no sólo la legitimidad; han fabulado, en resumen, y lo siguen haciendo pese a que los datos y la historia son tozudos. Ya desde Víctor Pradera, a comienzos del siglo XX, quedaron desmontadas la mayor parte de esas fabulaciones, pero eso no les ha impedido repetirlas hasta el día de hoy.
Un episodio concreto de esa disputa ha sido transformado en argumento para vender la victimización de Navarra (y de los vascos en el mismo paquete). La ocupación del castillo de Maya por un contingente de partidarios de la dinastía derrocada, pagados por el rey de Francia (y toda cuya correspondencia se escribió en español) y alimentados mediante depredaciones de los terrenos circundantes, así como el sitio y toma del castillo por tropas leales al rey Fernando (esencialmente navarras y vascas), se ha deformado más allá de todo reconocimiento. El destino de esos rebeldes (hasta donde se sabe, generalmente amnistiados, y muchos al servicio de Fernando o en las Cortes de Navarra años después) se ha querido falsificar y se sigue ofuscando.
El profesor Armando Besga ha escrito un libro («El fraude de Amaiur») que separa la historia de la paja, los datos de las especulaciones, y las interpretaciones legítimas (que las hay, por supuesto) de las fabulaciones de autores con fines más políticos que historiográficos, como Joseba Asirón. El pasado 26 de Enero tuvimos el placer de escucharle en el Civivox Condestable. Esta es la grabación completa del evento.
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