(Publicado originalmente en El Mundo el 21 de Diciembre de 2023)
El día 28, dicen, se votará una moción de censura que devolverá a Joseba Asirón a la presidencia del salón de plenos del ayuntamiento de Pamplona. Hay que felicitar al señor Asirón, a los partidos que formarán gobierno municipal (Bildu, Geroa, Podemos) y sobre todo al PSN.
Al PSN, por la inmensa, apoteósica inocentada que está gastando a sus votantes. Después de prometer con claridad que no lo haría, después de asegurar que no pactaría con Bildu, después de amagar y no dar tras las elecciones… finalmente mete mano a la chistera y saca una alcaldía de nacionalistas y populistas en la que ni siquiera se atreve a participar abiertamente. Toma inocentada.
Las bromas no acaban ahí. La razón del cambio dada en Pamplona es que un gobierno en minoría no puede ni aprobar presupuestos… y la solución que nos dan es otro gobierno en minoría.
Aunque para broma la del ex alcalde de Valladolid y hoy ministro de mamporros, Oscar Puente, llamando al equipo de Asirón “democrático y progresista”. Si ser nacionalista excluyente es ser progresista, y tolerar la intimidación a la oposición y los homenajes a etarras es ser democrático, el señor Puente es una persona coherente y seria. Y si no, va a ser que no.
Lo que ya no es broma sino tomadura de pelo es que digan que todo esto tiene algo que ver con Pamplona y no con los cambalaches entre PSOE y Bildu. Porque puede que en Madrid no sepan lo que hay, pero aquí lo saben bien y por eso prometieron no apoyarles y no apoyarse en ellos. Por eso Bildu no está en el gobierno foral, y por eso el PSN no se atreve a entrar el el grupo de gobierno de Pamplona.
Porque aquí nos acordamos. Y nos acordamos de Pilar Ruiz, la madre del asesinado Joseba y de Maite Pagaza, y su carta a Patxi López en 2005. “La defensa de la vida y de la libertad y de la dignidad es más importante que el poder o que el interés del Partido Socialista”, le dijo. “Patxi, ahora veo que, efectivamente, has puesto en un lado de la balanza la vida y la dignidad, y en el otro el poder y el interés del partido, y que te has reunido con EHAK. Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos, Patxi! ¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!”.
Alguien (valiente, entre otras cosas) dirá que hay que dejar atrás esas historias y esos antecedentes, y no mirar muy de cerca a los etarras amparados en las listas de Bildu. Alguien (con un estómago a prueba de bomba) no tendrá reparos en que Bildu presida un salón en el que sus miembros señalaron a concejales para ser asesinados. De todo tiene que haber.
También hay quien hoy convoca manifestaciones contra la moción de censura, siguiendo la tradición del PSOE en Sevilla y Podemos en Madrid cuando pierden un gobierno. No les vamos a criticar la pataleta, y hasta puede que me acerque, pero quien debería convocar no es la oposición, sino los afiliados del PSN a los que acaban de dejar por mentirosos (y a los que informan de una decisión así una vez tomada, sin voz ni voto). Es a los votantes del PSN a los que han robado la cartera para entregársela a Sánchez. La inocentada se la han gastado a ellos; la oposición ya sabía lo que había.
Lo importante, en mi humilde opinión, es montar bien la defensa de “la libertad y la dignidad”, porque el señor Asirón necesita vigilancia. Aquí, con el señor Asirón, se denegó el permiso a partidos de la oposición para montar mesas informativas. Se abusó de cientos de familias cuyos hijos estaban en escuelas infantiles municipales para privilegiar a una minoría. Se pretendió implantar la necesidad de hablar vasco en empleos municipales, hasta para operarios de desratización, en una ciudad en la que la realidad sociolingüistica no lo respalda (y las ratas tampoco). Se contrataron indebidamente servicios. Se mantuvo indebidamente en su puesto a un jefe de policía que no cumplía los requisitos. Se recurrieron las sentencias que lo dictaminaban, una y otra vez, a costa del bolsillo de los pamploneses, dejando la justicia sin efecto durante años. Se inventaron procesos de participación ciudadana en intervenciones urbanísticas, sin contar ni con los datos reales ni con los habitantes y comerciantes, dejando obras de difícil corrección y más difícil justificación. Se despenalizaron los manteros. Hasta se quiso separar a San Fermín de su fiesta. Por poner unos cuantos ejemplos.
El PSN sabe a quién se va a hacer responsable de lo que hagan esta vez. Pero a su líder en Pamplona ya la han hecho ministra. Así que, de nuevo, felicidades.