Pamplona antes del Privilegio de la Unión 

Los nuevos núcleos de población

Durante la Edad Media Pamplona sufrió grandes modificaciones. Atrás quedaron los viejos tiempos de la Pompaelo romana de la época imperial y de la ciudad que renació tras la destrucción del siglo III, más pequeña y llena de cicatrices. A comienzos del siglo XII un nuevo mundo se está gestando poco a poco. Las mejoras en la agricultura que se extienden por toda Europa traen consigo un aumento de la población, de las necesidades artesanales y del comercio. Como resultado de todo ello las ciudades volverán a crecer, dejando atrás ese mundo rural característico de la Alta Edad Media y pasando al urbano de la Baja Edad Media. Veamos cómo fueron esas modificaciones en la vieja Pamplona.

De Pamplona a Navarrería

En época del monarca aragonés Alfonso I “el Batallador” (1104-1134) se extiende la práctica de establecer nuevos núcleos poblacionales en zonas fronterizas o recién incorporadas. Para conseguir la llegada y permanencia de habitantes para los mismos, se les ofrecía mejores condiciones fiscales y se permitía el asentamiento de extranjeros. De esta forma se creaban nuevas ciudades que fueran foco de comercio, pero sin los antiguos privilegios que se otorgaron a las originarias. Así se fomentó la entrada de población franca en su reino creando núcleos urbanos con un fin artesano y comercial. Pamplona no sería ajena a esta praxis y el obispo Pedro de Roda (1083-1115)  comenzó la repoblación de la vieja ciudad con gentes de Navarra, creando otros dos núcleos junto a la Pamplona original. Estos serían habitados por individuos provenientes de diversas partes, motivo por el que a partir de entonces la antigua ciudad pasó a llamarse Villa navarrorum o Navar-herria, que literalmente significa “el pueblo de los navarros”. La Navarrería crecerá en dimensiones, sobrepasando las que tenía en años anteriores. 

Junto a la ciudad de la Navarrería nació el burgo de San Miguel, el cual era pequeño y estaba vinculado con un hospital, siendo un hospitalero quien tenía la jurisdicción del mismo. Se situó cerca de la catedral, con seguridad al noroeste, más o menos hacia donde está el actual Archivo General de Navarra.

El burgo de San Cernin

Pedro de Roda también fue el impulsor de la creación de un nuevo burgo, situado en el llano de Jaçain y poblado por gentes venidas de la zona de Toulouse. Estos francos levantaron una iglesia dedicada a san Saturnino (san Cernin en su lengua), que dio nombre al núcleo de población. Según la tradición, junto al templo levantado san Saturnino, obispo de Toulouse, bautizó a los primeros pamploneses en el siglo III junto con San Honesto, siendo nombrados por ello con posterioridad Patrones de la ciudad. Tal vez existiese alguna ermita o templo que recordase este hecho y la cual fuera el motivo de que los francos se instalasen allí. Esta teoría ya la recoge el príncipe de Viana, cuando al hablar de la creación del burgo y el lugar donde se levantó, dice: “Donde entonce estaba una basilica de Sant Cernin, la qual fue fecha de antiguos tiempos, donde el dicho Sant Cernin predico”. En 1107 ya tenemos la primera noticia de la iglesia de san Saturnino. El rey de Aragón y de Pamplona, Alfonso “el Batallador” (1073-1134), otorgó a sus habitantes el Fuero de Jaca gracias al cual disfrutaban de exenciones fiscales, las cuales facilitaban que llegaran nuevos habitantes y que la zona fuera plenamente poblada. Todos ellos dependerían del monarca, pero al haber sido levantado el burgo en tierras del obispo estaban sujetos a cierta jurisdicción por su parte. 

En el año 1129 se prohibió por ley que los navarros se establecieran dentro de san Cernin, siendo confirmada esta norma en 1180. Esa condición diferenciadora respecto a sus vecinos marcará lo siglos venideros y traerá tensiones y conflictos de importancia. 

La planta del burgo siguió las usadas en otras poblaciones dedicadas al comercio, como Estella o Puente la Reina. Disponía de una calle principal de trazado recto y de otras paralelas de menor tamaño, unidas por pequeñas calles llamadas belenas. La iglesia de San Cernin, aparte de lugar de culto, desempeñaba un papel de fortaleza y defendía su lado norte, junto con el portal fortificado de Portalapea. A sus pies arrancaba la rúa Mayor y llegaba a la también iglesia-fortaleza de San Lorenzo, con su altísima torre conocida como la Mirable, que protegía la entrada oeste del burgo. Esta disponía de dieciocho torres, incluyendo las que se levantaban en las cinco puertas del burgo.

El burgo de San Nicolás

A comienzos del siglo XII fue cuando se levantó otro núcleo poblacional, esta vez al sur del de san Cernin. Hablamos del Burgo Nuevo o de la Población de san Nicolás. Se conoce que estaba en desarrollo ya para el 1110 y se dio cobijo en él a una mezcla de foráneos y de navarros, muchos de ellos llegados atraídos por las obras de la catedral románica que en esos años se estaban llevando a cabo. Se construye en tierras pertenecientes al obispo y más tarde pasó a depender del arcediano, el administrador de la comunidad de eclesiásticos de la catedral o cabildo. Cada vecino debía pagarle una renta dependiendo de la anchura de sus casas, como podemos ver en el siguiente documento de 1346: “…Otrossi sabet que empues gran tiempo que el dicto burgo fue poblado, en una pieça que era del arcidigno de la tabla de Sancta Maria de Pompolona, que se atenia con el bailladar de los muros del dicto burgo, poblaron los de la poblacion de Sant Nicolas de Pompolona, a cierto ces cada cobdo de sus casas pagar”.

El burgo de san Nicolás se levantó junto al lugar donde antaño pasaba una de las calzadas romanas que salía de Pompaelo. Esta antigua vía, flanqueada en su momento por tumbas y mausoleos, pasó a llamarse durante siglos Camino vieyllo. En cuanto a la planta del nuevo núcleo urbano, se dispuso que tuviera forma rectangular, siendo recorrida por una rúa mayor de dirección este-oeste, que seguía más o menos el antiguo trazado de la calzada romana, ahora convertida en camino jacobeo. A día de hoy corresponde con las calles Zapatería y San Antón. Paralela a esta vía principal existían otras unidas por belenas. La iglesia, dedicada a san Nicolás de Bari, se situó en el lado sur de la población y, al igual que la de San Cernin, también tenía un carácter de fortaleza, con sus torres, paseos de guardia y una característica estructura defensiva que sobresalía del muro, conocida como ladronera. Junto al templo, siguiendo la costumbre, se situaba el cementerio. Tenía cinco portales fortificados y siete torres que protegían diferentes puntos del lienzo de las murallas.

El barrio judío

El rey Sancho VI “el Sabio” (1150-1194) autorizó en 1154 que la Iglesia admitiese a judíos en la ciudad. De esta forma aparece un nuevo barrio destinado a dar cobijo a dichas gentes, pero cierto es que ya había datos de su presencia en Pamplona en el siglo anterior. Su localización hay que enmarcarla próxima a los huertos de la catedral, quedando así en un lateral dentro de la Navarrería y enmarcada hoy entre las calles Merced, bajada de Javier y cuesta de Labrit. Estaba rodeada de un muro, el cual ordenó levantar el rey Carlos I “el Calvo” (1294-1328), no tanto para aislarles sino para protegerlos de los odios y violencias que, de vez en cuando, podrían surgir en los corazones de sus cristianos vecinos. Contaba con varios portales, siendo uno de los más importantes el Portal del río, que se ubicaba donde hoy hace esquina el palacio arzobispal con el paseo Barbazán. Desde este se bajaba hasta el río Arga y a un viejo molino, conocido hoy como “de Caparroso”. También por esta puerta se llegaba al cementerio judío, que estaría situado en dirección a la Magdalena. Además contaría con una sinagoga principal, la cual la debemos localizar bajo la actual plaza de Santa María la Real y el retiro sacerdotal.

Como era costumbre los habitantes abonaban de forma anual un censo al rey según la anchura de sus fachadas. Al quedar recogidos esos pagos en los documentos, sabemos que allí vivían entre cien y ciento cincuenta familias, dedicadas sobre todo al comercio y a la concesión de préstamos pecuniarios. 

(Imagen cortesía del Ayuntamiento de Pamplona).

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